PROBLEMAS DE COMUNICACIÓN EN LA RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE
- Sección 24
- 21 nov 2018
- 10 Min. de lectura
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Escuela de Estudios Generales
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
Milagros Nohelia Jeri Fernández
Lenguaje y Comunicación
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Resumen
La relación médico-paciente ha sido por mucho tiempo invisible a causa del poco interés
puesto en ella. Esta posee múltiples desafíos y dificultades, pero en el presente trabajo se
tomará solo a los que tienen que ver con la comunicación entre sus dos protagonistas. Antes de llegar al meollo del asunto, se dará un repaso por los conceptos de comunicación, sus tipos, la comunicación efectiva y sus características; así como dar a conocer en qué consiste la relación médico-paciente, algunos antecedentes y causas de el por qué su situación actual y dar algunas luces sobre la comunicación en esta relación. Finalmente, se darán las conclusiones basadas en lo descrito anteriormente.
Palabras clave: Relación médico-paciente, comunicación.
Abstract
The doctor-patient relationship has long been invisible because of the little interest placed in it. This has multiple challenges and difficulties, but in the present work it will be taken only those that have to do with the communication between its two protagonists. Before going to
the heart of the matter, a review will be made of the concepts of communication, its types,
effective communication and its characteristics; as well as making known what the doctor-
patient relationship is, some background and causes of why their current situation and give some light on communication in this relationship. Finally, conclusions based on what has been described above will be given.
Key words: Doctor-patient relationship, communication.
INTRODUCCIÓN
En un hecho que el sistema público de salud es un pandemonio y que hay muchos reclamos e injurias contra este, todos buscan culpables pero nadie propone una solución o supone las causas de todo este caos y la forma en como deshacernos de estas.
Se dice que “hablando se entiende la gente” y es esta frase la que puede dar inicio a este trabajo. Hablar y comunicar aquello que necesitamos o requerimos es mejor que andar gritando hasta desgañitarse y causando daños materiales o a personas que no necesariamente están involucradas en todo ese lío.
Bien, teniendo en cuenta que lo anterior puede ser no más que un ideal, se procederá a centrarse en una palabra de las antes mencionadas: comunicar. El (saber) comunicarnos, sobre todo en lo referente a la salud, puede salvar muchas vidas aunque no lo parezca.
Pongamos el ejemplo de un hombre que siente constantes mareos, dolores de cabeza, pérdida de la visión y del equilibrio desde hacía ya un tiempo pero que no les dio importancia, y que saca una cita para medicina general. Lo atiende un médico y le pide, de manera parca que le diga el por qué está en consulta y si ha tenido algunos problemas de salud, todo esto sin hacer contacto visual. El paciente se siente avergonzado porque sus síntomas son “de mujeres” y solo menciona que ha tenido dolores de cabeza, el médico no indaga más allá de eso, le receta unos analgésicos y le dice que cuando se retire le avise al siguiente paciente. Se despiden y el hombre, al abrir la puerta, sufre un desmayo y queda tendido en el suelo. Es llevado a emergencia e inducido al coma. Horas después se le diagnostica un aneurisma cerebral y unos días más tarde fenece.
En este ejemplo, si tanto paciente como médico hubieran tenido una adecuada comunicación, se hubiera podido evitar la muerte del primero, claro, si es que el médico hubiera sido más curioso y diligente.
DESARROLLO
LA COMUNICACIÓN
Si bien durante nuestra formación educativa se nos ha dicho qué es y en qué consiste la comunicación, se cree conveniente establecer una definición con la cual trabajar más efectivamente a lo largo de este documento.
Según la Real Academia Española (RAE), la palabra comunicación proviene del latín communicatio y es la “acción y efecto de comunicar o comunicarse.” En una segunda acepción, menciona que es la “transmisión de señales mediante un código común al emisor y al receptor.” Puede que estas sean definiciones básicas o muy simples, pero son más manejables.
Tenemos por entendido entonces que la comunicación es un proceso que consiste en la acción y efecto de comunicar y comunicarse; es decir, transmitir información a través de un canal mediante un código que tanto emisor como receptor manejen.
Con respecto a la comunicación humana, tiene formas que pueden agruparse en dos grandes categorías:
· La comunicación verbal: se refiere a las palabras que se utilizan y a las inflexiones de la voz (tono de voz).
· La comunicación no verbal: hace referencia a un gran número de canales, entre los que se podrían citar como los más importantes: el contacto visual, los gestos faciales, los movimientos de brazos y manos o la postura y la distancia corporal.
Importancia de la comunicación
La comunicación es indispensable para procurar y mantener las buenas relaciones en todos los ámbitos de nuestra vida, particularmente en la familia, el trabajo y con las personas más cercanas a nosotros. Todos los seres vivos se comunican a su manera, utilizando símbolos, audios, imágenes y hasta movimientos, y sobre todo por medio de un idioma compuesto de palabras.
Por ello, la importancia de la comunicación puede abstraerse en los puntos siguientes:
Nos permite transmitir experiencias y conocimiento.
Permite expresarnos como seres sentimentales.
Advierte de aquello que pueda ser dañino.
Comunica las costumbres sociales que nos distinguen como seres gregarios.
Hace más sencilla la coexistencia en un mundo compartido.
Permite pedir, negar o asentir aquello en lo que estamos o no de acuerdo.
Comunicación efectiva
Si bien para que exista una comunicación adecuada es necesario que el emisor y el receptor manejen el mismo código y que el canal por el que viaja el mensaje sea seguro, esto no garantiza que la información sea entendida por el receptor.
Tenemos como concepto de comunicación efectiva el siguiente: es aquella comunicación que cumple con los objetivos intencionados en el mensaje logrando el efecto deseado.
Las estrategias o técnicas de una comunicación efectiva deben enfocarse en la eficacia de los elementos de la comunicación en relación a lo siguiente:
Emisor y receptor como interlocutores de la comunicación, siendo el primero el que elabora el mensaje e imprime la intención, y el segundo quien recibe el mensaje, modificando su conducta. Lo más importante es la comprensión y tolerancia de las diferencias individuales evitando la generalización y distorsión de la información.
Mensaje: en referencia al conjunto de signos que comunican algo compuesto de significante y significado, el mensaje debe tener una coherencia entre ellos, siendo el significante aquello que percibimos, y el significado aquello que entendemos.
El canal, como el medio en que se transmite el mensaje, debe encontrar las herramientas correctas para una comunicación eficiente como, por ejemplo, el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
Características de una comunicación efectiva
Como se mencionó antes, esta comunicación se caracteriza por transmitir un mensaje de
manera que cumpla con los objetivos esperados por el emisor hacia el receptor y por resolver
el problema de la interpretación que le dan los interlocutores al mensaje.
Para que una comunicación llegue a ser efectiva, los interlocutores (emisor y receptor) deben
buscar la comprensión tanto de uno como del otro a través de la elaboración de un mensaje
claro, preciso y breve; lo que significa que este debe de:
Ser de fácil comprensión.
Expresar objetivamente lo que se quiere decir y/o informar.
Expresar únicamente lo intencionado.
LA RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE
La relación médico-paciente ha sido una constante en la práctica de la medicina, solo que
era tan natural que no se hablaba de ella, no se escribía. Se daba por hecha su existencia
como base del trabajo del médico con el enfermo, principio de lo que después de describió como el encuentro de una confianza. Esta relación de confianza entre dos seres humanos es la que ha sido capaz de lograr muchas curaciones.
En tiempos pasados, la medicina era más rudimentaria y sencilla, los recursos del médico
para atender al enfermo estaban más en sus capacidades personales, en su relación con los pacientes, que en los recursos externos como los fármacos u otros avances tecnológicos.
Recién se habla de la relación médico-paciente cuando se empieza a sentir con alarma que se está perdiendo. Es cierto que los avances de la ciencia y la tecnología ayudaron a raudales a la medicina, pero a la vez hicieron que esta se hiciera dependiente de los métodos más eficaces que se desarrollaban gracias a ellas, consiguiendo que la presencia curadora del médico quedara en un segundo plano.
Hay datos que afirman que en la época cuando el médico atendía con pocos recursos no
había demandas de atención. Pero, ¿por qué? La relación médico-paciente se basa en la confianza y el primer paso para fomentarla era el paciente al escoger qué médico era quien iba a atenderlo y a quien iba a confiarle su bien más preciado: su salud. El paciente contaba con que la enfermedad que padecía y algunos aspectos de ella serían de dominio solo de él y su médico. Por otra parte, el médico dependía en un grado mucho mayor en su capacidad para acercarse al paciente, el diagnóstico se establecía con los datos que este proporcionaba y en los signos de enfermedad que pudiera recoger por su exploración. Los análisis y pruebas de gabinete se solicitaban para corroborar diagnósticos o para ratificarlos. Debemos aceptar que en la medicina actual sea institucional o privada hay elementos que no estimulan la confianza.
En la relación médico-paciente, el médico debe estar consciente de que el paciente no tiene dañado solo un órgano, sino que enferma de manera integral. Por ello, debemos reflexionar que el enfermar conduce a sufrir.
En ocasiones se padece mucho más de lo que se está enfermo y no debe olvidarse que cuando un paciente enferma de algo grave, enferma con él la familia.
Siendo que en la actualidad la medicina se sustenta en la utilización cada vez más excesiva de métodos de diagnóstico y tratamiento que parecen ser el paradigma de la medicina actual, se considera que es importante que aún subsista la relación médico-paciente.
Si bien los nuevos procedimientos enriquecen los recursos del médico, no sustituyen el poder terapéutico que posee una buena relación, que inclusive debe de servir para ayudar a médico y paciente en el uso de estos procedimientos, que son un indiscutible avance, pero que han cambiado los objetivos y paradigmas de la medicina innecesariamente cuando son usados en demasía, sin criterio clínico adecuado y, lo que es más triste, olvidando que la razón de ser de las profesiones en el campo de la salud debe ser y buscar el bienestar del enfermo.
La comunicación médico-paciente
La comunicación efectiva en medicina es una serie de habilidades aprendidas o, como
algunos dicen, un conjunto de procedimientos que tienen como fin mejorar el cuidado del
paciente. Para ser “efectiva” el médico debe centrarse en habilidades específicas y no solo
en una vaga noción de cómo mejorar la comunicación en general. Aprender a comunicar/comunicarse efectivamente es tal vez como aprender a jugar tenis profesionalmente. Para llegar a ser un profesional del tenis es necesario centrarse en diversas habilidades y estrategias y no solo en el juego en general. Así como las habilidades atléticas se deben practicar permanente y conscientemente, las habilidades comunicacionales en medicina se pueden atrofiar si no se tiene conciencia de ellas y no se practican.Esto no quiere decir que la personalidad esté desconectada de todo el resto. La actitud y el deseo de aprender influirán en el aprendizaje y la personalidad puede gravitar en ambos factores. Cuando se refiere a comunicación, se puede decir que cualquier persona que quiera aprender puede hacerlo, siempre y cuando las dificultades que presente no sean el resultado de problemas psiquiátricos previos. Aun los aprendices que inicialmente presentan actitudes negativas o se muestran a la defensiva pueden lograr comunicar de manera más efectiva si tienen la ayuda apropiada y si se han puesto en la disposición de querer hacerlo. Cabe decir que llevarlos a dicha disposición no es tan difícil como parece.
Problemas de comunicación en la relación médico-paciente
La comunicación en la relación médico-paciente es un aspecto fundamental en el ejercicio
de quienes tienen una profesión en salud, como ya se venía diciendo, siendo quizás la parte más transversal de su trabajo; de manera independiente de las necesidades del paciente en cuanto a avances tecnológicos.
Una buena comunicación, además, es un estándar de calidad de la atención. Si la comunicación es deficiente en algún sentido, la posibilidad de conflictos es elevada. Y es bien sabido que la mayoría de quejas que se producen en el ámbito sanitario están relacionadas con el trato, a veces por encima de cuestiones organizativas o mala praxis.
Hay que tener en cuentas aspectos como las emociones que pueden influir en el contexto sanitario. Por ejemplo, si un médico va a dar a una familia la noticia de que uno de sus miembros tiene cáncer en fase terminal, lo ideal sería que analizara la situación y vea en qué
estado emocional se encuentran aquellos a quienes va a informarles. El enfermo como los
familiares pueden estar ansiosos, tener miedo, ansiedad, nerviosos, etc. Esta miríada de
emociones puede dificultar la comunicación adecuada del diagnóstico. Además, existen toda una serie de aspectos culturales y educativos que no siempre son palpables en relaciones que duran apenas unos minutos.
También otra dificultad puede darse porque el médico y el paciente no hablan el “mismo idioma”, puesto que a veces los primeros usan variados tecnicismos que el otro no entiende y ahí se pierde gran cantidad de información, si es que no toda. O también cuando el médico no sabe la manera en cómo captar la atención del paciente, le explica todo lo que tiene que hacer, pero aquel no retiene nada de ello y sale del consultorio diciendo que sí ha entendido cuando no es el caso.
En este último caso y quizá en el primero, la aplicación de la neuro-oratoria sería una solución u opción, ya que con ella se pueden desarrollar estrategias para poder atraer la atención del paciente y capturarla o expresar con nuestros gestos y movimientos que nos solidarizamos con el dolor o situación del paciente.
CONCLUSIONES
La comunicación es un aspecto fundamental en la relación médico-paciente, además de ser un estándar de calidad de la atención. Si no es adecuada, puede haber fallos en los diagnósticos y tratamientos en salud, desde los más insignificantes hasta aquellos que pueden costar una vida humana. En todo sentido, no debe ser tomada a la ligera, así como la relación que hay entre médico y paciente, la cual sufre un deterioro continuo desde hace ya muchos años y que lamentablemente ha sido invisible hasta que se percibió con alarmante preocupación que podría estar en peligro de desaparecer. Está en las manos de las autoridades y de los futuros profesionales de la salud el no permitir que esto siga avanzando y fortalecer los puntos flacos que existen.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
RAE (2018). Diccionario de la Lengua Española [en línea]. Recuperado de: http://dle.rae.es/srv/fetch?id=A58xn3c
Significados. (s. f.). Significado de comunicación efectiva. Recuperado de: https://www.significados.com/comunicacion-efectiva/
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Importancia. (s. f.). Importancia de la comunicación. Recuperado de: https://importanciade.com/la-comunicacion/
Arrubarrena V. (2011). La relación médico-paciente. Recuperado de: http://www.medigraphic.com/pdfs/cirgen/cg-2011/cgs112c.pdf
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