Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Escuela de Estudios Generales
EAP. PSICOLOGÍA ORGANIZACIONAL Y DE LA GESTIÓN HUMANA
Luis Enrique Saavedra Briones
Lenguaje y Comunicación
INTRODUCCIÓN La mujer en la actualidad ha escalado notoriamente en cuanto a sus derechos y oportunidades se refiere. Sin embargo, este logro no ha sido fácil. Esto significó el sacrificio de miles de mujeres quienes no se quedaron calladas ante la opresión del sistema impuesto por la sociedad. La mujer como un ser humano inferior, debido a diversos factores que en su mayoría han sido creencias e ideas erróneas. Es evidente que el papel de la mujer ha avanzado, no obstante, existen vestigios de que este problema, no solo de discriminación, sino también de desigualdad sigue vigente hasta nuestros días. Lamentablemente existen aún muchas diferencias que afectan a las oportunidades y derechos que tienen las mujeres, como es la de acceder a un servicio de salud de calidad, el de acceder a una educación superior o incluso el de tener una buena oportunidad de trabajo. El presente ensayo tratará acerca de un problema el cual afecta a millones de mujeres no solo en el país sino en el pues como sabemos la desigualdad salarial entre hombres y mujeres es un fenómeno mundial, persistente y de difícil reversión que se encuentra relacionado a pautas culturales de género.
DESARROLLO
Nuestra sociedad ha ido evolucionando a lo largo de los años, hemos evolucionado de manera lenta para ir adquiriendo derechos y oportunidades. La adquisición de la ciudadanía fue un primer gran paso. No obstante, los beneficios obtenidos de esta adquisición solo favoreció a cierto sector de toda la población. “En las primeras etapas del desarrollo de los seguros sociales europeos, las mujeres aún no tenían acceso a los derechos de la ciudadanía ‘política’, al tiempo que registraban escasa representación en el mercado de trabajo, donde sus salarios eran inferiores a los de los hombres. Por lo tanto, ni siquiera se las consideraba como potenciales beneficiarias de derechos sociales, salvo para prestaciones centradas en torno a la pobreza, discapacidad y maternidad. Si bien el concepto de igualdad de derechos para individuos de distinto sexo es antiguo, recién a comienzos de este siglo se tradujo jurídicamente”. La lucha de la mujer a favor de sus derechos nunca se detuvo, ni siquiera ahora en la actualidad.
Podemos nombrar múltiples luchas en las cuales millones de mujeres han participado, sin embargo, en esta oportunidad hablaré acerca de una grave problemática que es el de la gran brecha salarial entre hombres y mujeres. Para empezar este tema es necesario saber el significado de lo que es la igualdad que no es otra cosa que dar un mismo trato a las personas sean cuales sean sus características individuales. Como contrapartida, el concepto de desigualdad salarial entre mujeres y hombres (o también diferencia o brecha salarial) alude a la distancia existente en la retribución de mujeres y hombres. Pues bien, en base a estos conceptos, “la discriminación salarial entre mujeres y hombres sería entonces la parte de la diferencia que no queda justificada por una distinta aportación de valor en el desempeño de un trabajo y que solo puede ser explicada en función del sexo de la persona que lo realiza”.
La búsqueda de un empleo por parte de una mujer no es el único problema al cual se enfrenta, sino de encontrar uno el cual sea bien remunerado, sin contar con los problemas que podría tener que enfrentar tales como el acoso o la discriminación. “Las brechas salariales de género, reflejo de la discriminación y la desigualdad en el mercado laboral, han disminuido en la región en las últimas décadas, aunque de manera insuficiente y persisten como obstáculo para la autonomía económica de las mujeres y en la superación de la pobreza y la desigualdad en América Latina y el Caribe.”
Diversos estudios comprueban esta gran problemática. Según el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe “la disminución de 12,1 puntos porcentuales de la brecha entre los salarios de mujeres y hombres entre 1990 y 2014, significa un avance hacia la igualdad salarial entre mujeres y hombres en América Latina. Sin embargo aún el salario de las mujeres es solo el 84% por ciento de lo que ganan los hombres. Esta situación presenta diferencias dependiendo del nivel educacional de las personas empleadas.” Otro aspecto importante a considerar es que esta brecha salarial nos impide combatir contra la inequidad social y también nos dificulta alcanzar una verdadera igualdad de género en el aspecto laboral además del pleno ejercicio de ciudadanía de las mujeres debido a que el mercado siga recompensando sus tiempos de trabajo a un nivel inferior que el de los hombres.
Por tal razón es necesario que no solo las mujeres se unan para combatir este grave problema sino también, es tarea del sector masculino ya que no debemos luchar solo por el derecho de la mujer por tener un trabajo igual de remunerado que un hombre sino por el hecho de que todas las personas debemos ser tratadas por igual, sin que una sea inferior a otra. La lucha en sí, no debe ser por un sector sino es una lucha por la igualdad, una lucha para combatir la pobreza, para combatir la falta de educación y sobre todo la lucha por crear una sociedad mejor.
CONCLUSIONES
Las sociedades han ido evolucionando con el pasar de los años, desde hace mucho se luchó por muchos derechos que al día de hoy tenemos, sin embargo, estos derechos y oportunidades fueron beneficiosas para ciertos sectores de la población. La mujer, por otro lado, quedo excluida de muchos de estos derechos ubicándose en una posición desfavorable. Gracias a las diversas protestas y luchas realizadas por millones de mujeres en nombre de la igualdad, muchos de estos derechos y beneficios les fueron otorgados. No obstante, muchos de ellos aún no son del todo cumplidos y respetados debido a creencias e ideas que promueven la discriminación y la desigualdad. Existen muchos ejemplos respecto a esta problemática, la brecha salarial entre hombres y mujeres es uno de los más recurrentes. Esta es entendida como la distancia existente entre la retribución de un hombre con la de una mujer a pesar de misma aportación y desempeño. Existen pruebas y estudios que corroboran este gran problema, no obstante, compete tanto a mujeres como a hombres ser partícipes de esta lucha para no solo erradicar la vulnerabilidad de un derecho sino para erradicar la desigualdad y la discriminación.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS http://www.dt.gob.cl/portal/1629/articles-105461_recurso_1.pdf
