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¿QUÉ ACCIONES SE DEBERÍAN TENER PRESENTES EN LOS NIÑOS CON DIARREA?


Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Escuela de Estudios Generales

E.A.P. TOXICOLOGÍA

Soledad Cáceres Yapia

Lenguaje y Comunicación _________________________________________________________________________________

RESUMEN

En el Perú hay mucha mortalidad infantil, una de las causas es la diarrea, el personal de salud tiene el deber de hacer frente a las estadísticas en cuanto salud, por ello, debe tener presentes siempre determinados procedimientos que ayudarán a mejorar el tratamiento, en este caso, de la diarrea. Además, no únicamente el personal de salud, sino también en la tarea de los padres o los cuidadores de los niños, pues estos tienen determinadas creencias o costumbres que pueden perjudicar o ayudar al niño por lo que resulta necesario darles una orientación adecuada sobre eso, para disminuir las costumbres o procesos que sean perjudiciales para la salud del niño y fomentar o incrementar los que son favorables.

INTRODUCCIÓN

En el Perú, la diarrea constituye una de las 3 causas principales de muerte en menores de 5 años por lo que creemos muy necesario que las determinadas prácticas, por parte del paciente y también del personal de salud, se establezcan para mejorar o prevenir esta enfermedad y evitar así la mortalidad infantil.

Muchas veces la atención que brindan los profesionales de la salud que atienden estos casos no es la mejor por lo que enfatizaremos en el procedimiento que el profesional debe seguir para brindar una mejor atención, a esto también se le agrega la acción que toma el responsable del niño cuando el menor presenta este cuadro. Por ello, la pregunta titular no especifica solamente la acción del responsable del niño o del personal de salud en específico, sino que hace referencia a ambos.

DESARROLLO

Los estudios realizados por la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar nos dice que la diarrea ocasiona de 1 500 a 2 000 muertes anuales en niños menores de 5 años. Algunos de ellos provenían de zonas periurbanas que no contaban con servicios de agua y saneamiento deficientes, constituyendo una de las 3 primeras causas de mortalidad infantil (ENDES, [2000]; MINSA, [2002], apud Mendigure, Huamán, Ramos, & Valencia, 2007)

Por tanto, el personal médico está en el deber de brindar una atención adecuada y contribuir a la mejora de la situación y cura de la enfermedad de cada niño que presente este cuadro. Sin embargo, en un estudio (Aguila & Brown, 1993) se encontró que el personal que atendía a las madres tenían diferentes formas de abordar la consulta donde de 183 consultas acerca de la diarrea solo en 81 de ellas se dieron recomendaciones sobre la ingestión de líquidos para la hidratación, esto solo se hizo en los que se evaluó la hidratación, ello nos puede llevar a pensar que no todos evaluaron este punto en los niños cuando lo adecuado hubiera sido que esta evaluación se diera en la totalidad de las consultas. Otro punto importante fue la ausencia de las recomendaciones acerca de la lactancia materna en 133 casos de niños menores de 2 años, y en 13 de los casos no se recomendó ninguna dieta en especial, mientras que otros recomendaron una dieta blanda, sopas, caldos o mazamorras. Agregado a esto está la receta de antibióticos que se dio en un total de 130 consultas de 620, a pesar de que en general los médicos tienen conocimiento de que los antibióticos solo se recetan cuando es el caso de una diarrea disentérica, sin embargo, es posible que algunos de los médicos los hayan recomendado solo por la creencia de las madres de que los fármacos podrían tener efectos beneficiosos y no por la presencia de disentería, pues en 192 consultas de 620 no se preguntó sobre la presencia de moco o sangre en las deposiciones lo cual dificulta su detección y/o diagnóstico. Esto último podría indicar que “los médicos suelen dejar de lado sus conocimientos teóricos cuando atienden al paciente” (p. 299).

Además de todo esto, se presentaron discrepancias referidas al tratamiento de la diarrea entre los médicos que atendieron a los pacientes con el cuadro. Por ejemplo, en la medicación recetada, en el tratamiento de los alimentos consumidos por los niños o la ingesta de la leche materna. Tampoco se recopilaron, en algunas consultas, algunos datos que son importantes como el número y consistencia de las deposiciones. Según ese estudio se plantea la posibilidad de que los médicos que atendieron a los pacientes, en su mayoría, se limitaron a la recepción de la información que les brindaban y no por la obtención de información mediante preguntas específicas hechas por los médicos mismos. (apud Aguila & Brown, 1993, p. 298)

A todo ello se incorporan también las prácticas de las madres o encargados de los niños en cuanto al cuidado de los niños con este problema pues, en otro estudio (Panneflex & Salazar, 2014) se encontró que a pesar de que la madre está en permanente cuidado del niño estos no son llevados al establecimiento de salud a tiempo, además de que solo el 28% de los niños recibieron lactancia materna debido a la creencia de que los productos lácteos son perjudiciales para aquellos con diarrea, lo cual es un problema ya que la OMS afirma que si las madres dan pecho a sus niños, eso actúa como factor protector frente infecciones gastrointestinales además de que es una fuente rica en nutrientes que, en este caso, son necesarios en nitros que presentan cuadros de diarrea. A esto se le agrega el desconocimiento de los signos de alarma para el caso de diarrea, de algunas madres, lo cual impulsaría a llevar al niño a un centro de salud lo más pronto posible para el tratamiento de aquella enfermedad.

En el estudio (Mendigure et al., 2007) se encontró que el 88 por ciento de las madres conocen que deben lavarse las manos antes de preparar los alimentos y solo el 65 por ciento conoce que debe lavarse las manos antes de alimentar y dar de lactar al niño y el 40 por ciento lavarse las manos antes de preparar el biberón, sumándose a esto solo el 67 por ciento de las madres se lavan las manos frotándose rigurosamente lo cual podría demostrar que eso es un factor que propicia la aparición de la diarrea en los niños.

CONCLUSIÓN

En conclusión, es importante que los cuidadores de los niños estén informados y sepan qué acciones tomar para brindar cuidados favorables a la desaparición de la diarrea en los niños e incluso prevenir que estos lleguen a enfermarse; y además, que el personal de salud tenga presente una completa y estructurada manera de proceder en cuanto a las consultas sobre estos casos para poder brindar una mejor atención y obtener mejores resultados en cuanto al diagnóstico, la mejora de los niños y la cura de esta enfermedad. Todo ello para contribuir a la reducción de la mortalidad que se expresa en miles de muertes de niños cada año.

BIBLIOGRAFÍA

Aguila, R. del, & Brown, K. H. (1993). Manejo de la diarrea infantil por médicos de consulta externa en el Perú. Recuperado de http://iris.paho.org/xmlui/handle/123456789/16304

Mendigure, J., Huamán, S., Ramos, N., & Valencia, E. (2007). EFECTIVIDAD DE UN PROGRAMA DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA PARA LA DISMINUCIÓN DE DIARREAS INFANTILES EN LIMA, PERÚ., 15.

Panneflex, P. L., & Salazar, D. P. A. (2014). Conocimientos y prácticas sobre enfermedades diarreicas y respiratorias entre madres de una institución de salud [http://purl.org/dc/dcmitype/Text]. Recuperado 21 de noviembre de 2018, de

https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4788277

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